De Chapulín a Director: Rubalcava y el Metro a 10 Pesos

La reciente designación de Adrián Rubalcava como nuevo director del Sistema de Transporte Colectivo Metro de la Ciudad de México ha desatado una ola de críticas y especulaciones, incluyendo el rumor de que el boleto podría subir a 10 pesos. Aunque no hay confirmación oficial sobre este aumento, la sola posibilidad no suena descabellada considerando el historial de Rubalcava, un político cuya trayectoria y vínculos levantan serias dudas sobre su idoneidad para un cargo tan crucial. Esta decisión, tomada por la jefa de Gobierno Clara Brugada, no solo pone en entredicho su compromiso con los principios de la Cuarta Transformación (4T), sino que también refleja un preocupante distanciamiento entre los gobiernos de Morena y las necesidades del pueblo que los llevó al poder.

Un chapulín político con un historial cuestionable

Adrián Rubalcava es un político conocido por su habilidad para saltar de partido en partido, acumulando cargos y controversias a su paso. Originario de Cuajimalpa, donde fue alcalde en tres ocasiones, Rubalcava ha militado en el PRD, el PRI y el Partido Verde, antes de acercarse a Morena durante la campaña de Clara Brugada en 2024. Este cambio de colores políticos no es solo un reflejo de oportunismo, sino también de una carrera marcada por acusaciones de irregularidades. Durante su gestión en Cuajimalpa, se le señaló por desvíos de recursos y una administración opaca que dejó a la alcaldía con deudas y problemas sin resolver. Su capacidad para mantenerse en el poder, sin importar el partido, lo pinta como un “chapulín” que prioriza sus intereses sobre cualquier ideología.

A este historial se suma su relación con Sandra Cuevas, la exalcaldesa de Cuauhtémoc cuya gestión estuvo plagada de escándalos. En 2023, Rubalcava y Cuevas protagonizaron rumores de una relación sentimental, alimentada por publicaciones en redes sociales donde se les veía juntos en eventos y compartiendo mensajes afectuosos. Aunque Rubalcava negó un romance, la cercanía entre ambos levantó sospechas, especialmente por el perfil de Cuevas, quien enfrentó acusaciones de abuso de autoridad, discriminación y corrupción, incluyendo el infame episodio de arrojar billetes de 500 pesos a la multitud. La asociación con una figura tan desprestigiada como Cuevas mancha aún más la reputación de Rubalcava y pone en duda su integridad para liderar el Metro, un sistema vital para millones de capitalinos.

Clara Brugada y la traición a la 4T

La decisión de Clara Brugada de nombrar a Rubalcava como director del Metro es un golpe directo a los principios de la 4T, que prometió erradicar la corrupción y priorizar el bienestar del pueblo. Al colocar a un político con un pasado tan cuestionable en un puesto clave, Brugada parece repetir los errores de otras figuras de Morena que han privilegiado alianzas políticas sobre el compromiso con la ciudadanía. Este movimiento recuerda a la gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez, quien ha sido criticada por rendir homenajes a Alfredo del Mazo, exgobernador priista, en lugar de enfocarse en resolver los problemas de seguridad, transporte y desigualdad que aquejan a la población. Tanto Brugada como Delfina parecen olvidar que su mandato proviene de un pueblo que votó por un cambio profundo, no por la continuidad de prácticas clientelares.

El nombramiento de Rubalcava no solo es un error estratégico, sino también un mensaje de abandono hacia los usuarios del Metro, quienes enfrentan diariamente un sistema colapsado por años de desinversión y mala gestión. En lugar de elegir a un técnico capacitado o a un militante comprometido con la 4T, Brugada optó por un político cuya lealtad parece estar con las élites y no con el pueblo. Este tipo de decisiones alimenta la percepción de que los gobiernos de Morena en la Ciudad de México y el Estado de México están cada vez más desconectados de las necesidades de la gente, lo que podría escalar en una ruptura irreparable con la base social que los apoyó.

El rumor del boleto a 10 pesos: una señal de lo que viene

El rumor de que el boleto del Metro podría subir a 10 pesos, aunque no confirmado, ha generado indignación entre los capitalinos, para quienes el transporte público es una necesidad básica. Con Rubalcava al frente, este escenario no parece improbable. Su historial de priorizar intereses políticos y personales sobre el bien común sugiere que podría impulsar medidas impopulares para financiar un sistema en crisis, sin abordar las raíces del problema, como la falta de mantenimiento y la corrupción interna. Un aumento en la tarifa sería un golpe devastador para los sectores más vulnerables, que dependen del Metro como su principal medio de movilidad.

Un futuro incierto para el Metro y la 4T

La designación de Adrián Rubalcava como director del Metro es una decisión que no solo pone en riesgo la operatividad de este sistema esencial, sino que también cuestiona la autenticidad del proyecto de la 4T en la Ciudad de México. Clara Brugada, al igual que Delfina Gómez en el Estado de México, parece más interesada en consolidar alianzas políticas que en cumplir con las promesas de transformación que llevaron a Morena al poder. Si esta tendencia continúa, el abandono del pueblo por parte de sus gobiernos podría convertirse en una brecha insalvable, dejando a la ciudadanía sin el cambio por el que votó. Por ahora, el rumor del boleto a 10 pesos es solo eso, un rumor, pero con Rubalcava al mando, los capitalinos tienen razones de sobra para preocuparse por el futuro del Metro y de su ciudad.