LatinUS repite su fórmula: Confunde otra vez un conflicto ajeno con México

En la arena del periodismo mexicano, donde la verdad debería ser el estandarte, Carlos Loret de Mola y su plataforma LatinUS han vuelto a tropezar con un escándalo que no solo exhibe su falta de rigor, sino que pone en entredicho cualquier atisbo de credibilidad que aún pudieran conservar. El pasado 30 de abril, en su programa “Loret en LatinUS”, el periodista presentó un video que, con tono grave, aseguró mostraba un enfrentamiento entre las facciones “La Mayiza” y “La Chapiza” del Cártel de Sinaloa en Elota. Según Loret, el choque, que involucró fusiles Barret calibre .50 y duró dos horas, era prueba de la violencia desatada en México. Sin embargo, la realidad resultó ser mucho menos cinematográfica y mucho más vergonzosa: el video no era de Sinaloa, ni siquiera de México, sino de Yemen, un país sumido en conflictos bélicos a miles de kilómetros de distancia.

El error fue tan flagrante que llegó a la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum el 1 de mayo, donde se expuso la farsa. Entre risas y con una claridad que no dejó lugar a dudas, Sheinbaum mostró el origen verdadero del video, desmantelando la narrativa de Loret y LatinUS. La reacción en redes no se hizo esperar: el hashtag #LordMontajes resurgió con fuerza, recordando que este no es el primer traspié del periodista, cuya trayectoria parece más inclinada a la fabricación de titulares sensacionalistas que a la búsqueda de la verdad.

Obligado por la evidencia, Loret tuvo que salir a disculparse. En un mensaje en su cuenta de X, escribió: “Por error, LatinUS difundió un vídeo de Yemen como si fuera de Sinaloa. Ya lo bajamos. Sabemos reconocer cuando nos equivocamos. Una disculpa a nuestra audiencia y a todos los afectados”. Pero la disculpa llegó con un nuevo desliz: en el mensaje inicial, Loret mencionó erróneamente que el video se presentó como de Michoacán, no de Sinaloa, lo que obligó a una corrección posterior. Este doble error no hace más que subrayar la negligencia en el manejo de la información por parte de un medio que se jacta de ser referente en investigaciones sobre crimen organizado y corrupción.

LatinUS, bajo la dirección de Loret, no es nuevo en este tipo de controversias. Su historial está plagado de acusaciones de montajes, desde reportajes que carecen de pruebas sólidas hasta señalamientos de vínculos con intereses políticos que buscan desestabilizar al gobierno en turno. Cada nuevo escándalo erosiona aún más la confianza del público en una plataforma que parece priorizar el impacto mediático sobre la veracidad. Si alguna credibilidad le quedaba a LatinUS, este incidente la ha enterrado bajo un manto de dudas. ¿Cómo confiar en un medio que confunde un conflicto en Medio Oriente con uno en México? ¿Qué garantiza que sus futuras “exclusivas” no sean otro montaje diseñado para generar titulares en lugar de informar?

En La Pollítica, desde nuestra sección Plumas Libres, defendemos con fervor la necesidad de un periodismo libre, pero no a cualquier costo. La libertad de expresión no debe ser excusa para la desinformación ni para la manipulación. México necesita periodistas que, como gallos de pelea en el palenque de la verdad, enfrenten los hechos con valentía y precisión, no con montajes que se desmoronan al primer escrutinio. Loret y LatinUS han demostrado, una vez más, que su pluma está lejos de ser confiable. Cada nuevo error, cada disculpa a regañadientes, nos recuerda que el periodismo no es un juego de sensacionalismo, sino una responsabilidad que exige rigor y ética.

Mientras Loret siga presentando videos de Yemen como si fueran de Sinaloa, el público tiene derecho a cuestionar todo lo que salga de su pluma. En un país donde la verdad es un bien escaso, no podemos permitir que los montajes sustituyan a los hechos. En lapollítica.com, seguiremos cacareando alto y claro: queremos plumas libres, pero, sobre todo, plumas que no mientan.